A Los Radicales K:

Ya decía Don Hipólito Yrigoyen, “Solo los partidos que no tienen mas objetivos que el éxito aplauden a benefactores que los acercan al poder a costa de sus propios ideales”.Y eso no es Radicalismo, es cuanto mucho pactismo.

Esto, Sres. no es democracia, es demagogia. En un país donde ha sido suprimido el sistema representativo, ya que lo único que se discute es la mejor forma de adhesión personal, la sumisión, y la obediencia pasiva a un gobierno despótico y autoritario. Y ustedes “radicales” K son unas ovejitas sumisas al poder ejecutivo.

Desde antes de ser el partido que es hoy, formaba parte de la Unión Cívica, desde donde se intentaba pregonar la democracia y el sistema federal, ante la fuerte oligarquía.

¿Pero por que es Radical esta Unión Cívica? Fue clarísimo y acertado L. Alem al decir, del pacto entre Mitre y Julio A Roca, que ligaba políticamente a la U. C., y al ejecutivo, “Yo no acepto acuerdos, soy radical en contra del acuerdo, soy radical intransigente” ¿Entonces? Sencillo, el Radicalismo no pacta con el poder solo “para separar hombres y sustituirlos en el mando” sin cambiar nada, sino “para devolverlo al pueblo a fin de que el pueblo lo reconstituya sobre la base de la voluntad nacional”. Los Radicales tenemos el deber y el excelentísimo honor de levantar las banderas de la democracia, el federalismo y el republicanismo, mas aya de los “benefactores” a los que alude Yrigoyen.

El Cambio es imperativo, y las falacias son muchísimas, pero un Radical no pacta, no se vende. No se sume ante el poder por el solo hecho de la victoria, eso no es ser Radical.

Díganse, Unión Cívica Kirchnerista, o Pactista, o Nacional, mas no se autoproclamen Radicales, pues no lo son. Como Alem Somos radicales anti-pactistas, nuestros ideales no se venden, sépanlo y que lo sepan todos, este partido no se vende, no se vendió, ni se venderá jamás.